Se puede acceder a esta localidad, por carretera, a través de la N-332 y por la autopista AP-7. Además también cuenta en su término municipal de diversas paradas y una estación del TRAM Metropolitano de Alicante. Cuenta con una situación privilegiada que la ha dotado de un especial microclima,7 de dulces y templados inviernos y de veranos atemperados por la brisa marina, que permiten el disfrute de una naturaleza que se ha combinado, sabiamente, con el surgimiento de una moderna y cómoda ciudad.
Su particular configuración geográfica hace que las montañas que la rodean: el Parque Natural de la Sierra Helada, por el Este; Sierra Cortina y el Puig Campana por el Norte y el Tossal de la Cala por el Oeste, la protejan de la acción de los vientos que pudieran alterar su agradable climatología.
Una buena parte de los atractivos iniciales de Benidorm se debieron a su situación, en la costa del Mediterráneo, frente a una bellísima bahía, partida en dos por la punta rocosa del antiguo castillo y con una orientación hacia el sur, mientras por el resto de los puntos cardinales encontraba la protección de otras tantas cadenas montañosas que la protegen de los vientos dominantes de Levante o de los fríos del Norte, con lo que el microclima que se disfruta, sobre todo en primavera, invierno y otoño, es sumamente benigno, con temperaturas sensiblemente más altas que en el resto del litoral y con el agua del mar dentro de unos límites que permiten el baño en todo el tiempo.
El atractivo de Benidorm radica en sus tres playas dotadas de bandera azul, máxima distinción que otorga la Unión Europea. Estas tres playas son: Levante, Poniente y Mal Pas, a las que se suma la pequeña cala del Tío Chimo y la de La Almadrava. También por un animado y variado ambiente nocturno.
El término municipal de Benidorm limita con los términos de Alfaz del Pi, La Nucía, Finestrat y Villajoyosa.
El clima de Benidorm es un clima mediterráneo-subtropical (clasificación climática de Köppen: CSa), debido a la brisa marina que atempera la sensación de calor. El clima es árido, ya que recibe poco más de 300mm de lluvia al año. Benidorm disfruta de más de 3.000 horas de sol al año y la temperatura media anual es de 18.3ºC. Las temperaturas máximas durante el invierno oscilan entre 16 y 20ºC mientras que las mínimas oscilan entre 6 a 10ºC. Durante el verano, las temperaturas máximas oscilan entre 28 a 33ºC y las mínimas entre 18 a 23ºC. Durante la mayor parte del verano se produce el efecto llamado como "noche tropical" ya que las temperaturas mínimas son mayores de 20ºC.
En el término municipal se han encontrado restos íberos y romanos. Al parecer, en el momento de la Reconquista existía una Alquería árabe en la Partida de Lliriets; en cualquier caso, la población sería de poca importancia, pues no aparece el nombre de Benidorm en el Llibre dels Feyts de Jaime I de Aragón, quien conquistó esta parte de la provincia de Alicante alrededor del año 1245. Las tierras de Benidorm, al igual que la mayor parte del resto de la comarca, fueron otorgadas al almirante Bernardo de Sarriá. Este importante señor feudal puede considerarse como el verdadero fundador de la ciudad, al otorgar Carta Puebla a Benidorm el 8 de mayo de 1325, creándose el castillo y la villa. La función de dicho documento consistió en marcar los límites del término de la nueva población (que se separaba así administrativamente de la baronía de Polop), así como intentar atraer el establecimiento exclusivamente de familias cristianas. Estratégicamente, el origen de la villa (al igual que el de otras poblaciones costeras como Villajoyosa) se debió al temor imperante en aquel tiempo al superior número de mudéjares existentes en la zona, y las posibles alianzas de éstos con sus hermanos de religión del Reino nazarí de Granada y del Norte de África.
En 1335 se encontraba como señor territorial el Infante Pedro de Aragón y de Anjou, seguido por su hijo Alfonso de Aragón y de Foix. Posterioremte, Benidorm pasó a manos de los condes de Denia, volvió a la corona, y finalmente ésta vendió el término al noble Ruy Díaz de Mendoza, pues las dificultades financieras del monarca con motivo de conflictos bélicos le obligaron a desprenderse de muchos de sus señoríos.
La población sufrió dos terribles ataques piratas berberiscos, el primero hacia 1410 y el segundo en 1448, que asolaron la villa y el castillo. En concreto, en el ataque de 1448, los piratas se llevaron esclavizados a la mayor parte de los habitantes de Benidorm, aunque el lugar no se despobló ya que en 1492, en el documento notarial de la toma de posesión del señorío, se citan a las autoridades municipales. Sin embargo en 1520, durante la guerra de las Germanías, la villa ya estaba despoblada por lo que el abandono de sus habitantes se podría relacionar con el nuevo ataque de corsarios musulmanes que sufrió en 1502.
Durante el siglo XVI se amplió y reparó el castillo, pero la villa urbana, que había retornado a la baronía de Polop, se encontraba al parecer casi completamente despoblada.
La mejora de las construcciones defensivas y el establecimiento de una acequia que aportaba agua desde Polop permitieron atraer a nuevos pobladores al lugar. Eso ocurrió en 1666, por iniciativa de Beatriu Fajardo de Mendoza, señora territorial de Polop y Benidorm, que otorgó una nueva Carta de población a la villa, que volvió así a ser municipalmente independiente. La creación de la acequia del Rec Major de l'Alfàs conocido popularmente como Séquia Mare, permitió la viabilidad económica del nuevo municipio porque disponía de agua para el riego y el abastecimiento doméstico.
En 1715 la población contaba alrededor de 216 vecinos, cifra que aumentó a 2.700 a finales del siglo XVIII. Esta fuerte expansión demográfica se pudo realizar gracias, esencialmente, a una importante actividad pesquera basada en la pesca con almadraba (pesca de atunes durante su viaje de migración, a través de un cerco de redes), en la que sus habitantes se especializaron con gran fortuna, siendo sus habitantes conocidos en el arte del calado de almadrabas en toda la costa mediterránea, desde Rosas hasta las costas atlánticas de Marruecos, hasta aproximadamente 1950-60, aunque la almadraba de Barbate en Cádiz aún es propiedad de descendientes de Benidorm.
En la guerra de independencia, las tropas napoleónicas profanaron el cementerio y ocuparon el castillo que después fue parcialmente destruido por los ingleses al finalizar el conflicto.
Durante el siglo XIX continuó el crecimiento y se comenzaron tímidas aventuras turísticas como fue la inauguración del Balneario de la Virgen del Sufragio. Aunque en los años posteriores mejoraron las comunicaciones con Alicante y con Madrid, los demás sectores económicos locales no estaban pasando por un buen momento, pues la marina mercante entraba en crisis con la pérdida de las últimas colonias ultramarinas en 1898 (Cuba, Puerto Rico y Filipinas) y poco después el boom de la agricultura de la vid (vino y pasas) se fue al traste con la llegada de la filoxera a principios del siglo XX. Esta desaceleración económica se conjugó con una cierta emigración hacia Cuba, el barrio marítimo de Barcelona y la costa de Cádiz.
Durante estos años, se produjo la ampliación del puerto y, en 1925, la construcción de los primeros chalets en la Playa de Levante. Tras la Guerra civil, poco a poco se fueron recuperando las actividades socioeconómicas, con la pesca (de nuevo) como ramo productivo más destacado. Sin embargo en la década de 1950 se dieron los pasos para producir una verdadera transformación. Por un lado, en 1952, se cerró por bajo rendimiento en capturas la Almadraba más importante, algo traumático para muchas familias. Sin embargo, por otro lado, en 1956, durante la alcaldía de Pedro Zaragoza Orts, el Ayuntamiento aprobaba el ordenamiento urbanístico de la villa con la finalidad de crear una ciudad concebida para el ocio turístico, a base de calles bien trazadas y amplias avenidas siguiendo la configuración de las playas, modelo urbanístico pionero en la época en que fue realizado. A partir de entonces, se produjo un fuerte desplazamiento de las actividades tradicionales (pesca y agricultura) hacia el sector servicios originado por el turismo, que se convirtió desde entonces en la base de la prosperidad de la ciudad. En 1986, y durante la alcaldía de Manuel Catalán Chana, se revisó y amplió el Plan General de Ordenación Urbana a cargo del arquitecto benidormí Juan José Chiner Vives,10 que en 2006 fue el comisario de la exposición Benidorm, la Ciudad Vertical,11 con motivo de cumplirse el 50 aniversario de dicho Plan, así como de la exposición "Benidorm, los hoteles del paraíso 1954-1964" [3]. El turismo español comenzó a compartir el espacio con los visitantes de otras partes de Europa, primero llegados con su vehículos y luego, con la entrada en funcionamiento del aeropuerto de Alicante-Elche en 1967, llegados en vuelos chárter. Actualmente, Benidorm es una de las primeras ciudades turísticas de toda la costa mediterránea.
Cuenta con 69 010 habitantes (2014), aunque debido a que una gran mayoría de extranjeros no están censados se calcula que habrá unos 100.000 habitantes durante la mayor parte del año. Aun así, el 29,3 % de la población censada en 2007 es de nacionalidad extranjera,14 15 16 destacando la población de origen británico y de otros países de la Unión Europea. Benidorm es una ciudad eminentemente turística gracias a su clima y temperaturas medias, que oscilan todo el año entre los 10 ºC en invierno y los 26 ºC que se alcanzan en verano.
Benidorm ha experimentado desde mediados del siglo XX una transformación urbanística extraordinaria, que ha hecho que su población pasara de los 5.000 habitantes a finales de la década de los 50, hasta la cifra actual.
Por otro lado, Benidorm es la localidad con más rascacielos por habitante del mundo y la segunda en cuanto al número de ellos por metro cuadrado, después de Manhattan. El que fuera el edificio más alto de España, el Hotel Bali III, se encuentra en Benidorm, siendo el hotel más alto de Europa. También se ha comenzado la construcción del edificio residencial más alto de Europa que se llamará In Tempo (200 m).
La Semana Santa, al igual que el resto de España, celebra la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Jesucristo. Benidorm, desde la tradición de un pueblo marinero a través de las seis cofradías, unidas en Junta Mayor de Cofradías y Hermandades, saca a la calle sus imágenes y tronos con el arte de la religiosidad popular. Una manera de demostrar el amor que Jesús nos tiene a todos como hermanos. El domingo de ramos: La Borriquita por la mañana; la Estación de Penitencia de N.ª S.ª del Esperanza y la Paz y N. P. Jesús de la Salud y humildad por la noche desde la parroquia El buen pastor. El miércoles santo: Salida del Nazareno desde la parroquia de san Jaime y santa Ana. El jueves santo: La Oración en el Huerto con salida desde la Cala en parroquia de san Juan Bautista. La Santa Cena y el Cristo del Perdón y de la Buena Muerte y la dolorosa salen desde la parroquia de N.ª S.ª de la Almudena. El viernes santo: Procesión general y del santo entierro con todas las cofradías juntas. Tras la vigilia pascual del sábado noche, el domingo de resurrección salen desde la parroquia del san Jaime y santa ANA, para celebrar en la Alameda L´Ambaixa, encuentro entre el Señor resucitado y su Madre la Virgen de los Dolores.
Benidorm es una ciudad donde las fiestas adquieren un especial protagonismo. Las Fiestas Mayores Patronales, en honor a la Virgen del Sufragio y San Jaime Apóstol empiezan el segundo fin de semana de noviembre y concluyen el miércoles siguiente, 5 días en los cuales el pueblo de Benidorm rinde tributo a su Patrona. Las mayores representantes de estas fiestas son las Reinas y Damas Mayores e Infantiles que durante todo un año se entregan a la Virgen. También hay jóvenes y no tan jóvenes hermanados en las peñas festeras las cuales hacen de estas fiestas las más importantes de todas las que se celebran en Benidorm.
El origen de éstas fiestas viene recogido en la leyenda que cuenta que en marzo de 1740, en la bahía de Benidorm durante una gran tormenta apareció un barco que encalló en sus costas. Como medida de prevención a epidemias debido al desconocimiento del origen del navío, se decidió prenderle fuego y tras ello unos chicos encontraron entre las cenizas la imagen de la Virgen, que la llevaron hasta la iglesia, lugar donde se construiría una capilla. Cada año durante las fiestas se escenifica este hecho en la Playa de Poniente. Aunque la Patrona de Benidorm, la "Mare de Deu del Sofrage", fue encontrada en marzo, las Fiestas Mayores Patronales (Festes Majors Patronals; en valenciano) se celebran en noviembre debido a que era ese el momento en que volvían los pescadores de la "almadrava". Si no fuese así, los pescadores no habrían vivido la fiesta.
Existe un gran número de peñas, la mayoría controladas por la Asociación de Peñas "Virgen del Sufragio". Las peñas se juntan para pasar las fiestas en locales junto a sus amigos y participar en las ofrendas, misas, procesiones, y demás actos que organiza la Comisión de Fiestas Mayores Patronales. La tradición hace que las peñas tomen nombres mayoritariamente en valenciano haciendo referencia a frases típicas o elementos típicos de Benidorm.
Aparte de las fiestas mayores ya citadas, en Benidorm se celebran numerosos festejos más a lo largo del año, lo cual supone un atractivo importante para aquellos que visitan esta ciudad mediterránea. Caben destacar por tradición y antigüedad las que se celebran en la Ermita de Sanz, situada en la Partida que lleva su nombre, el 17 de enero en honor a Sant Antoni del Porquet (San Antonio Abad) y el 8 de octubre la Festa del Roser, en honor a la Virgen del Rosario; aunque en esta Ermita se celebra tradicionalmente también la Fiesta de Sant Isidre y la Cabalgata de Reyes de las Partidas de la Huerta. Asimismo, se celebran Fallas, en marzo, Hogueras de San Juan en junio y, en octubre, Moros y cristianos. Es también señalada la fiesta de la Virgen del Carmen el 16 de julio, Patrona de los marineros, en que se celebran diversos actos festivos, como la ofrenda que estos le hacen llevándola en procesión por el mar. No menos reseñables son las fiestas en honor a Sant Jaume y Santa Ana, titulares de la parroquia en que reside la Mare de Deu Sofrage, que se llevan a cabo durante la semana del 25 de julio y en la que toman parte la inmensa mayoría de los benidormeros. Existen también asociaciones, que en el contexto de la multiculturalidad que acoge la ciudad, celebran otras fiestas tales como el Rocío, festividad de Castilla la Mancha, de Asturias. Otra de las fiestas a destacar es el festival de música internacional "Low Cost" celebrado en la ciudad deportiva Guillermo Amor, este festival se celebra la última semana de julio y tiene una duración de 3 días (viernes, sábado y domingo), durante los cuales bandas de indie, rock y pop nacionales e internacionales desfilarán para el deleite de los asistentes.